Siempre serás lo mejor de tí.
El verano corre y yo aún
no le he dado ni un muerdo.
La ruleta sigue girando
y yo me quedé aquí viendo atardecer.
Aposté todo al rojo queriendo,
que saliese negro.
Perdí mi mechero,
el sentido,
la noción del tiempo,
y hasta las ganas de volver a verte.
Se quedaron en el fondo del vaso, del penúltimo whisky.
Me despedí de ellas.
Para siempre,
y les dije que 'hasta nunca'.
Como aquel que le pone empeño a lo que quiere.
Me gustaría explicarte:
que me encuentro en un punto de no retorno.
Corto, tiro y olvido.
Que ya casi no oigo el sonido de tu risa al despertar,
y que mi cabeza ya casi ni se acuerda de tu nombre.
Ahora me dice otras cosas. Y las estoy haciendo caso.
Y, (por favor), que nadie me joda este eterno caos.
Me planto.
Aquí y ahora.
Me quedo a vivir.
Porque tus palabras se las llevó el viento.
Y a tí,
el tiempo.
Volví a descubrir que soy lo mejor de mí.