Felicidad y yo
Me echaste de mi propia vida,
como aquel que tiene un poder sobrenatural hacia los demás.
Me arrancaste las tripas,
el corazón,
las ganas de volar,
y me metiste dentro al monstruo de la tristeza.
Pero ahora ya no estás.
Te dejé de compañera de copas a la culpa,
-que me hiciste sentir mucha-.
Y yo, volví a aprender a volar,
me olvidé de tu nombre,
de tus gritos,
y también de cómo sonaba tu voz.
Lo dejé todo en la última cerveza de aquella jaula de oro.
Respiré de nuevo el mar,
que me supo a libertad.
Volví a andar descalza,
sintiendo la seguridad de que en este camino,
nada me pincha los pies.
Ni el alma.
Ni los sueños.
He vuelto a saborear las cervezas al sol con mis amigas,
las conversaciones para arreglar el mundo,
y los momentos junto a mi familia.
He hecho muchos cambios.
Y han vuelto, en pequeñas dosis,
todos aquellos sueños por cumplir.
Y también,
recuperé la lista de 'cosas por hacer antes de morir'.
Y me puse a cumplirla.
Te fuiste,
pero volvieron la calma,
y la felicidad.
Ahora, ellas y yo,
somos las que inundamos todo el espacio.
Y el tiempo.
Y no necesitamos a nadie más.
Sara Becerro Alonso.